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El nuevo reglamento de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Lechazo de Castilla y León permitirá aumentar la producción de este alimento de calidad "por 2,4" respecto a la actual, según la Junta de Castilla y León.

El Boletín Oficial de Castilla y León publica hoy la orden de la Junta que aprueba el nuevo reglamento, que entra en vigor mañana y que unifica en una sola figura de calidad las dos existentes, además de incluir zonas de producción de Soria.

La Junta, en una nota informativa, ha destacado que "se crea el Consejo Regulador y se designa su órgano de control".

La modificación más importante, ha añadido, "consiste en incluir como producto amparado, además de las canales de lechazo de las razas castellana, churra y ojalada que ya estaban protegidas, las de lechazo puro de raza assaf española y sus cruces con las anteriores".

Estas reses deben proceder de ganaderías en régimen de producción extensivo, semiextensivo y semiintensivo.

"Esta medida permitirá incrementar el potencial de comercialización de carne de lechazo hasta superar los 1,75 millones de animales amparados bajo la marca, aumentar el precio que perciben los ganaderos de ovino de la región y con ello mejorar la rentabilidad de sus explotaciones", ha subrayado la Junta.

En la Comunidad han convivido dos figuras de calidad en carne de lechazo, la IGP Lechazo de Castilla y León y la Marca Colectiva Lechazo de la Meseta Castellano Leonesa.

La IGP amparaba exclusivamente lechazos de raza de ovino castellana, churra y ojalada obtenidos en zonas de menos de mil metros de altitud de Castilla y León, lo que coincide con la zona de producción cerealista.

La Marca Colectiva protegía los lechazos de prácticamente todas las razas presentes en la Comunidad y su ámbito geográfico abarcaba toda la región.

De este modo, con un marchamo único y una promoción conjunta, permitirá "optimizar recursos y tener más posibilidades de acceso a ayudas y multiplicar por 2,4 el potencial productivo de carne de calidad de lechazo de Castilla y León", según la Junta.

Este crecimiento supondrá pasar de los cerca de 736.000 lechazos sacrificados en 2011 bajo el amparo de ambas figuras de calidad a unos 1.752.000.

La modificación permitirá el acceso de las nuevas ganaderías inscritas a las ayudas de pagos directos de la PAC para la mejora de la calidad de las producciones de ovino y de caprino.

Otra de las ventajas es la ampliación de la zona geográfica de producción hasta abarcar toda la Comunidad, dando entrada a zonas cerealistas de Soria.

El Consejo Regulador, en un comunicado, ha destacado que "esta aprobación es un espaldarazo al sector, que llevaba varios años trabajando para conseguir una IGP más fuerte, con un mayor potencial de sacrificio y, por lo tanto, de comercialización, y que beneficiará claramente a ganaderos, comercializadores y consumidor".

"La ampliación de la zona geográfica de producción posibilitará que el lechazo con IGP de Castilla y León sea identificado como el producto gastronómico estrella en esta Comunidad y desde esta posición vaya logrando una progresiva expansión en el territorio nacional, e incluso iniciar su introducción, en un futuro no muy lejano, en el internacional", ha indicado.