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Representantes del Consejo, del Parlamento Europeo y de la Comisión Europea (CE) se reúnen esta tarde para desbloquear los flecos pendientes de la reforma de la Política Agrícola Común (PAC).

Aunque en junio los países y la Eurocámara llegaron ya a un acuerdo sobre casi todos los puntos de la reforma, decidieron dejar aparte algunas cuestiones relacionadas con el próximo marco presupuestario (2014-2020).

Entre ellas figura la "reducción progresiva" de las ayudas a las grandes explotaciones, la transferencia de dinero entre pagos directos y ayudas de desarrollo rural y los niveles de cofinanciación de las subvenciones.

Al Parlamento Europeo le gustaría hacer algunos cambios en esos puntos, vinculados al marco financiero que la UE cerró el pasado febrero, pero afirma que el Consejo no le ha dejado prácticamente margen para hacerlo.

Por su parte, los países insisten en que de ninguna manera van a reabrir elementos ya cerrados.

No obstante, en una reunión que los ministros de Agricultura de los Veintiocho celebraron este lunes, acordaron dar un mandato renovado para intentar superar las diferencias con la Eurocámara en la nueva reunión, que se celebra esta tarde.

La política que debe regular el campo europeo a partir de 2015 (con un periodo transitorio en 2014) corre el riesgo de sufrir retrasos si las instituciones europeas no logran hoy zanjar los flecos pendientes.

El tiempo apremia, ya que la comisión de Agricultura de la Eurocámara tiene previsto votar la reforma agrícola el próximo 30 de septiembre lo que, sin un acuerdo previo con el Consejo, conduciría a una votación en segunda lectura, y retrasaría el nuevo régimen hasta 2015/2016, indicaron fuentes comunitarias.

En particular, se pondrían en peligro los pagos a los agricultores, en especial los de los programas de desarrollo rural.

Esta previsto que la reunión, a puerta cerrada, se prolongue como mínimo hasta entrada la noche, según fuentes europeas.