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La última explotación de ganado ovino que quedaba en Santa Cruz de Pinares (Ávila), en el límite con la Comunidad de Madrid, ha decidido abandonar el municipio por los ataques de lobos que ha sufrido y que le han hecho perder dieciocho animales desde el pasado verano.

El último ataque se ha producido esta semana y en él han muerto seis ovejas, según indicó ayer en una nota UCCL.

Esta organización ha afirmado que el último ataque, que certificaron los técnicos de la Junta de Castilla y León, sólo dejó restos de un animal, aunque estos se encontraron en un paraje situado a menos de medio kilómetro del núcleo urbano.

El propietario de la explotación, Alfredo Fernández, ha comunicado a la organización agraria su intención de abandonar el municipio, lo que dejará Santa Cruz de Pinares sin explotaciones ovinas.

Desde que comenzaron los ataques en este término, en verano, han muerto quince reses de vacuno de otras explotaciones.

Para el presidente de UCCL en Ávila, Jesús Muñoz, a la Junta de Castilla y León "no le debería extrañar" que, en la primera década del siglo, el censo de ganado ovino se haya "reducido a la mitad".

La organización ha acusado al Gobierno regional de estar "miope" ante la situación y no darse cuenta de algo, a su juicio, "tan simple" como que a los ganaderos que sufran pérdidas "se les ha de indemnizar en su justo valor", pero "sin necesidad de realizar seguros ni emprender largos expedientes de responsabilidad patrimonial".