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La Agenda Agroalimentaria +50, que marcará la planificación estratégica del sector en Castilla y León en el horizonte del 2050, no estará sujeta ni a los tiempos ni a los cambios políticos, según ha defendido hoy la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos.

Milagros Marcos, en la clausura de la I Escuela de Verano Agroalimentaria "Agricol", ha indicado que la Agenda Agroalimentaria +50 constituirá un modelo de planificación estratégica abierta para el sector y supone un esfuerzo de reflexión en el que tendrán un papel preponderante los profesionales.

Estará marcada por las tenencias y desafíos planteados por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), que en un informe detalla que en 2050 el planeta tendrá 9.100 millones de habitantes, cuando en la actualidad hay 6.500, lo que se traducirá en un incremento de la demanda de 900 millones cereales y 200 millones de toneladas de carne que tendrá que ser aprovechada en Castilla y León.

Ha indicado que el primer objetivo de la Agenda +50 será afrontar los retos que suponen estos cambios en cuanto afecta a la producción primaria y a la industria de la transformación.

A su juicio, la elaboración de la agenda agroalimentaria tiene que ser "dinámica y viva" y algunas de las aportaciones a la misma pueden proceder de este mismo curso, como la necesidad de una "interacción" entre la producción primaria y la industria, la adaptación a las demandas de los consumidores, la calidad y la trazabilidad de los productos.

La consejera ha recordado que la administración autonómica se ha planteado el reto de incrementar la aportación de la industria agraria al sector industrial de la comunidad, hasta llegar al 33%, cuando actualmente con 10.300 millones de euros supone el 29%, y aumentar el valor de las exportaciones agroalimentarias hasta superar los 2.000 millones de euros, cuando a finales de 2016 era de 1.800 millones.

También ha señalado la consejera como otro de los objetivos de la Junta de Castilla y León que las compras de industria agroalimentaria procedentes de la propia comunidad incrementen su participación hasta el 45%, cuando ahora es inferior al 42%.

En la clausura de este curso de verano, en el que han participado un centenar de estudiantes universitarios, empresarios y profesionales, la consejera ha anunciado la continuidad de la Escuela como un foro que contribuya a potenciar el sector agroalimentario y mejorar su posicionamiento en el ámbito internacional.

Otro de los objetivos de la Escuela de Verano Agroalimentaria, según ha puesto de manifiesto la consejera, es el de retener en la comunidad el talento de sus universitarios y generar futuros emprendedores.

El director general de la Asociación de Fabricantes y Distribuidores AECOC, que ha participado en la organización del curso, José María Bonmatí, ha insistido en que la industria agroalimentaria española tiene que ser "competitiva, sostenible y digital", para no quedarse fuera de los mercados internacionales.

Josá María Bonmatí ha destacado también la importancia de la formación en una industria "tan cambiante" como la agroalimentaria que tiene que evolucionar con "las tendencias del consumo".