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CCOO de Industria se muestra preocupado tras conocer la comunicación de la Comisión Europea (CE) sobre "El futuro de la alimentación y la agricultura" por apostar por la "subsidiaridad", según ha avanzado a Efeagro en un comunicado.

A su juicio, "camuflada sobre una pretendida simplificación de la Política Agraria Común (PAC), nos lleva irremisiblemente a la renacionalización".

Para el sindicato, en este debate sobre cómo debe ser la futura PAC post 2020 "quizás no sea, en este momento, la pretensión de establecer con carácter inmediato la financiación de las ayudas desde la Unión Europea (UE) a los Estados Miembros, pero abre la espita para que sucesiva y paulatinamente se vaya produciendo".

La elaboración por los Estados de los "planes estratégicos" y el mayor peso para elaborar "el marco de cumplimiento y control y el régimen de sanciones" significa "un inconveniente desde la perspectiva de los sindicatos de clase y los intereses que representamos", ha añadido.

Según el sindicato, "en España se nos niega sistemáticamente la interlocución en materia agraria, no solamente en el ámbito del Estado, sino también en todas las Comunidades Autónomas", "lo cual se traduce en un gran déficit en su gobernanza y en una escandalosa desatención de las instancias políticas a las necesidades de los trabajadores asalariados del campo".

En su opinión, en la comunicación se ahonda en la invisibilidad de los trabajadores por cuenta ajena, "con escasa referencia a la creación de empleo", y cuando lo hace "parece estar orientado al empleo de los autónomos".

Hay "una absoluta falta de implicación de la PAC con la cadena de calor del sector agrario, por lo que consideramos que la PAC es connivente con la impunidad de las grandes comercializadores que a la postre terminan siendo las auténticas beneficiadas de la ayudas", ha señalado.

Éstas usan su posición dominante, ha insistido, "para establecer precios por debajo de los costes de producción dentro de la cadena", lo que comporta "una presión hacia abajo que finaliza con el aplastamiento del último eslabón que es el trabajador asalariado".

Por otra parte, ha considerado que el debate en torno a los pagos directos "no debe centrase solo en corregir el desequilibrio del reparto (el 80 % de las ayudas va para el 20 % de los agricultores), sino también en impulsar esas agriculturas más sociales, donde se precisa mayor cantidad de mano de obra".

La PAC también contribuiría a la creación de empleo y a la calidad del mismo "si refuerza la presencia de estructuras asociativas de pequeños y medianos agricultores", sea a través del movimiento cooperativo "o cualquier otra fórmula de asociación donde sea posible generar economías de escala, desarrollar procesos de transformación y de elevar el valor añadido de los productos".

"Creemos que situando el empleo en la centralidad del debate de la PAC surgen consecuencias inmediatas que tiene que ver con las preferencias de quienes la financian: los ciudadanos europeos", ha concluido.