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La superficie destinada a cereales en la comunidad autónoma para la cosecha de este año 2018 ha descendido ligeramente, algo menos de un cinco por ciento, debido a la escasez de lluvias, según el coordinador de COAG Extremadura, Juan Moreno.

En declaraciones a Efe, Moreno ha precisado que sin ser acusado este descenso, es un efecto más de las dificultades por las que atraviesan las zonas cerealistas de secano tanto en climatología como en precios.

El sector, ha recordado, sufre la sequía de los últimos meses, con escasas precipitaciones que han hecho que muchas tierras estén más secas de lo habitual y que el abonado de cobertera haya sido escaso por la falta de agua en febrero.

De todas formas, Moreno ha manifestado que aún es pronto para hablar de un nuevo año negativo, pues si desde estas fechas a abril llueve con normalidad se podrían lograr niveles de producción óptimos.

En este sentido, las dos siguientes semanas serán claves para el cultivo y si no hay precipitaciones, se podría comenzar a "prevenir" sobre una "catástrofe" un año más en el cereal extremeño.

"Las previsiones de lluvia apuntan agua. Ojalá sea así para que se pueda hablar de otras circunstancias en el sector", ha apostillado.

Además, los agricultores tienen que hacer frente a la actual situación de precios, "estancados" en el caso del cereal, y por tanto "no acordes con los actuales precios de producción", ha afirmado el coordinador autonómico de COAG.

Moreno ha reconocido que en algunos casos se buscan otras alternativas (frutos secos, olivar) en la medida de las posibilidades de cada agricultor en cuanto a ubicación y capacidad económica, un hecho que no es nuevo por la situación del cereal en los últimos años.

Desde COAG Extremadura han reivindicado ayuda al campo extremeño por parte de las administraciones que, a su juicio, "hacen aún oídos sordos", dado que no se llevan a cabo "medidas suficientes".

A este respecto, ha asegurado que las líneas de ayudas autonómicas para el cereal, el viñedo, el olivar y la ganadería son buenas, pero se quedan "cortas" en los plazos de amortización, y las del resto de administraciones deberían ser "mayores".