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APAG Extremadura Asaja ha vaticinado que la campaña del cereal de invierno en Extremadura va a ser "positiva", a pesar de los "precios irrisorios" que sufre este sector como consecuencia de "la especulación en los mercados" y ha criticado la "pasividad" de las administraciones competentes ante este problema.

Con un 60 % de campaña transcurrida, la organización agraria estima una cosecha con "unos rendimientos productivos destacados", según informa en un comunicado de prensa.

En este sentido, ha concretado que los de avena se van a situar en torno a los 3.500 kilogramos por hectárea, la cebada en unos 4.000 y el trigo blando en unos 4.500.

Para APAG Asaja, estas cifras ponen de manifiesto que la campaña está siendo "notable", lo que resulta "muy positivo" para la región al ser "una de las principales comunidades en la producción agrícola de este cultivo en España", aunque sus resultados "podrían ser mejores si no entrase en juego el mal endémico de los precios".

En este sentido, ha mostrado su "perplejidad" por la "pasividad" que están demostrando las administraciones competentes ante "este problema de gran calado", que están afrontando "miles de cerealistas extremeños, que poco a poco ven cómo sus esperanzas se ven truncadas por la especulación pura y dura de los mercados cerealistas".

Un "despropósito" que se materializa en productos tan básicos y de primera necesidad como el pan ya que "la subida de los precios del pan tiene unas razones objetivas en el encarecimiento de las materias primas".

Así, ha añadido, en la década de los 80 el coste de una pistola -el tipo de formato más consumido- era de 7 pesetas aproximadamente (0,043 euros), mientras que este producto cuesta en la actualidad cuatro veces más, hasta alcanzar los 0,70 euros de media (116 pesetas), en función de la variedad de pan que se compre.

Según APAG Extremadura ASAJA, si se analizan los "bajísimos" precios de la materia prima con la que se elabora el pan, se observa que en 40 años, el precio del trigo panificable se ha incrementado en torno a un 65 %.

De este modo, ha pasado de costar 18 pesetas (0,11 euros por kilogramo) en 1980 a unas 32 pesetas en la actualidad, según los precios que se estipulan a día de hoy en la Lonja, que se sitúan entre los 0,17-0,19 euros por kilogramo.

Y el precio de los insumos "se ha multiplicado en un 200 %", cuestiones todas ellas que certifican "el abuso tanto para el productor, que recibe precios de miseria por su producción, como para el consumidor".

La organización ha tildado de "indignante" que la batalla de los precios siga existiendo, "provocando que muchas veces no se puedan cubrir los costes en las explotaciones y obligando a los productores a buscar cultivos cerealistas alternativos".

En esta línea, ha asegurado que España es un país "deficitario" de cereales, con "una producción que podrá estar en 18 millones de toneladas y cuyo consumo medio se sitúa entre los 32 y 34 millones de euros".