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Las lluvias de primavera han permitido que las previsiones alarmistas de principios de año de los ganaderos extremeños en relación a las reservas de paja y heno hayan cambiado radicalmente en pocos meses, y ahora se cuente con cantidades suficientes que permiten no tener que recurrir a sobrecostes.

Así, las reservas están aseguradas al menos hasta otoño, como ha dicho a Efe el presidente de la Asociación Ganaderos del Reino, Enrique de Muslera.

Una situación que no se esperaba a principios de año, pero la abundancia de lluvias en primavera ha permitido un aumento de los forrajes, fundamentalmente de avena, y que se obtenga así abundante heno.

El hecho de que haya sido una buena campaña de cereales ha propiciado que se haya logrado también un año "muy positivo" en paja, lo que ha generado una importante oferta.

No en vano, la abundante reserva actual de paja y heno ha provocado que sus precios sean inferiores en relación al año pasado.

En este sentido, el presidente de Asaja Extremadura, Ángel García Blanco, ha afirmado que las lluvias de semanas atrás fueron un alivio para los ganaderos, pues se abarató el precio de la paja, producto por el que se ha llegado a pagar hasta 110 euros la tonelada, cuando los 38 euros debieran ser su cotización tope.

Ahora, los graneros vuelven a estar llenos de paja y de heno, lo que supone una gran noticia para la ganadería de la comunidad autónoma, como ha explicado.

Según ha afirmado Enrique de Muslera, la sequía de 2017 dejó los pajares y los graneros vacíos, pues se agotaron todas las reservas, una situación que contrasta con la actual.

El presidente de Ganaderos del Reino ha afirmado que ahora es importante que llueva en septiembre, para que el sector olvide así definitivamente las dificultades de la sequía, y no tener que recurrir a grandes desembolsos en alimentación suplementaria.

Enrique de Muslera ha destacado que el ganadero esté gastando en primavera y verano de este año menos en sobrealimentación de lo que tenía previsto en febrero, lo cual es "muy positivo".

Para la ganadería extensiva la primavera ha sido "muy buena, como hacía tiempo que no se recordaba", pues también se ha recuperado la hierba y se han llenado las charcas.