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El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha pedido que los planes estratégicos nacionales que tendrán que desarrollar los Estados Miembro para aplicar la futura Política Agraria Común (PAC) en sus territorios se diseñen de tal forma que no desvirtúen su carácter europeo.

Durante su intervención en el desayuno Fórum Europa, celebrado en Madrid, Planas ha hecho un repaso a los principales asuntos de actualidad que afectan a su cartera, como la citada reforma de la PAC a partir de 2020, el "brexit" o el comercio internacional.

Respecto a la PAC, también ha hecho hincapié en que hay que tener "mucho cuidado" en el desarrollo de dichos planes nacionales para no acordar aplicaciones que sean "divergentes" entre países.

En ese sentido, ha recordado que España quiere que "el 60-70 % de la ayuda a la renta básica sea definida de forma común" y que -por el retraso en los plazos para aprobar la reforma- "sería bueno" que la Unión Europea (UE) concluyese la primera lectura de los procedimientos legislativos antes de los comicios europeos de mayo.

El "brexit" es otro de los desafíos actuales pero, a su juicio, el acuerdo alcanzado entre la UE y Reino Unido es "positivo" para los intereses de la agricultura comunitaria y española, porque hasta diciembre de 2020 hay un período transitorio que "no crea ninguna incertidumbre" sobre los apoyos a los agricultores y los ganaderos.

Asimismo, ha reclamado que el "agujero" de 12.000 millones de euros de financiación comunitaria que dejará la marcha de Reino Unido no sea "soportado sólo por el sector agroalimentario".

Si se llegase a un "escenario B" -un divorcio sin acuerdo entre Bruselas y Londres- "deberían aplicarse plantes de contingencia" sobre los que, según ha señalado, el Ejecutivo español ya trabaja.

En el ámbito pesquero, espera que en "febrero o marzo" el Parlamento Europeo ratifique el acuerdo con Marruecos, pero admite que "no es sencillo" porque hay "elementos polémicos" para algunos europarlamentarios, como las dudas legales sobre la inclusión de las aguas del Sahara Occidental.

En su opinión, en los términos que se cerró en julio es un pacto "muy positivo" para los intereses de la pesca española.

El Gobierno también está pendiente de si finalmente la UE acude a la Organización Mundial del Comercio (OMC) para defender los intereses de la aceituna de mesa española ante la subida de los aranceles de entrada a EE.UU.

Planas ha señalado, por otra parte, algunas "amenazas" que se ciernen sobre el sector, como su elevada atomización, la proliferación de la Peste Porcina Africana por países de la UE, la presencia de la "Xylella fastidiosa" en la Península Ibérica o la necesidad de modernizar el entorno rural y de afianzar a los jóvenes y a las mujeres en el campo, para asegurar su futuro.

Atajar la venta a pérdidas es otro de los asuntos en los que trabaja el Ministerio y ha informado de que el Gobierno está sopesando cambios normativos para conseguir erradicar esta práctica y conseguir "una retribución justa de los agricultores".

En el terreno del comercio internacional, ha aludido a las políticas proteccionistas de gobiernos como el de Estados Unidos y, frente a ello, ha defendido los acuerdos de libre comercio.

De hecho, ha señalado el acuerdo CETA UE-Canadá que entró en vigor en septiembre ya ha permitido incrementar un 90 % las exportaciones hortofrutícolas en el primer semestre, mientras que el aceite de oliva ha triplicado sus ventas respecto a 2016.

El ministro ha recordado que todo este escenario es de "transformaciones muy radicales" para el sector agrario, ante las que hay que saber responder.