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Asaja de Cuenca ha estimado que el 80 por ciento del cereal que se cultiva en la provincia de Cuenca podría verse afectado por la sequía, debido a que la falta de lluvia y las altas temperaturas han modificado el ciclo normal de estos cultivos.

En una nota de prensa, la organización agraria ha advertido que si no se producen precipitaciones en los próximos quince días se generará una situación de "no retorno", que afectará a buena parte de las hectáreas dedicadas al cereal en la provincia.

"La planta tiene que disponer de agua para poder crecer", ha explicado el secretario general técnico de Asaja de Cuenca, Manuel Torrero, que ha añadido que si los días se alargan y la planta tiene calor, porque las temperaturas suben, sufrirán un cambio fisiológico que hará que la planta entre en la fase de espigado antes de lo previsto.

Según Asaja, en la provincia de Cuenca hay actualmente 285.000 hectáreas destinadas a cebada y 36.200 en las que se siembra trigo, ambos cereales de secano que dependen exclusivamente de la climatología.

La organización agraria también ha advertido que la falta de lluvias repercutirá también en las 150.000 hectáreas sembradas de girasol, en las 87.000 dedicadas al viñedo y a las 37.000 del olivar.

Además, la escasez de agua puede tener otros efectos colaterales, como el gasto ocasionado a los ganaderos que tienen que recurrir a comprar pienso con el consiguiente aumento de los costes, y los daños producidos por especies cenegéticas de caza mayor y menor, que no encuentran alimento en el campo y recurren a las siembras.

Para la organización agraria conquense, es necesaria la declaración de comarca de emergencia cinegética.

Asimismo, ha hecho hincapié en la importancia que tiene contratar los seguros agrarios que intentan paliar los efectos de la sequía.