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La renta agraria de España se sitúa en este ejercicio en los 26.179,6 millones de euros, lo que representa una caída del 8,6 % en términos corrientes y del 9,9 % a precios constantes, respecto a 2018, un año que contó con producciones históricas gracias a las condiciones meteorológicas.

Así figura en la primera estimación sobre la renta agraria 2019 difundida este lunes por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y que establece la previsión para este año en niveles más bajos que los de los tres últimos ejercicios, aunque un 4,5 % por encima de la media de la última década.

El cálculo de la renta agraria -que mide la remuneración de todos los factores de producción (tierra, capital y trabajo)- apunta para 2019 un descenso del 7,1 % del valor de la producción vegetal a precios básicos (29.251 millones de euros); en volumen, el descenso ha sido del 1,1 %; y en precio, del -6 %.

Sin embargo, el valor de la producción animal (19.636 millones de euros) aumentó un 3,6 % en valor, un 2,1 % en volumen y un 1,4 % en precios.

En cuanto a los consumos intermedios -categoría que agrupa gastos en semillas, energía, fertilizantes, fitosanitarios, piensos o servicios, entre otras- su valor se ha elevado este año un 3,6 %; en volumen, un 1,3 %; y un 2,2 % en precios.

En un comunicado, el Misterio ha destacado que la renta agraria española es la segunda más elevada de la Unión Europea (UE), sólo superada por la francesa, que ha sufrido este año un recorte del -8,3 %.

La renta agraria por unidad de trabajo anual (UTA) en España se ha reducido un 8,3 % respecto a 2018 a precios corrientes (30.361,6 euros) y ha caído un 9,5 % tras aplicar el deflactor del Producto Interior Bruto (PIB) para ver su evolución real a precios constantes (14.308 euros).

El volumen de trabajo en la agricultura expresado en unidades de trabajo agrario también ha descendido (-0,4 %).

Desde el MAPA han explicado que este año la producción vegetal se ha visto condicionada por un déficit del régimen de precipitaciones -las lluvias entre enero y julio fueron un 51 % inferior a las del mismo periodo de 2018-, lo que ha producido una situación de sequía en amplias zonas de España.

De acuerdo a sus datos, las cosechas de secano más afectadas han sido las de aceituna (-29,5 %), cereales (-18,3 %), plantas industriales como remolacha, girasol o algodón (-16,7 %) y uvas (-14,4 %); en la producción de fruta, se han constatado desequilibrios entre la oferta y la demanda que se han traducido en reducción de precios.

Respecto a la producción animal, el MAPA ha achacado la subida de su valor al aumento del volumen de aves (+8,3 %), bovino (+4,5 %) y porcino (+1,6 %), del que además ha destacado el repunte de su precio en un 8,2 %, impulsado por una mayor exportación.

Entre los consumos intermedios, el mayor alza en valor ha sido en los fertilizantes (+5,5 %), pese a que ha bajado su demanda (-1,0 %); en segundo lugar aparecen los piensos (+5,4 %) que sí han registrado un aumento del volumen consumido (+2,1 %).