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Extremadura contará en la campaña de este año de cereal de invierno con una superficie de unas 180.000 hectáreas, una cifra similar a la registrada el pasado ejercicio.

El presidente de Asaja Extremadura, Angel García Blanco, manifestó a Efe que la avena es de nuevo el cultivo con más superficie, con 58.000 hectáreas, mientras que para trigo y cebada se destinan 49.000 hectáreas en cada uno de los casos, entre otras variedades.

Según explicó, el retraso en la llegada de las lluvias de otoño provocó que la siembra se realizase también después de lo habitual, lo que ha llevado a utilizar variedades más tardías.

En cuanto a la producción, es “muy importante” que se produzcan precipitaciones en las próximas semanas, que sirvan para acompañar a las lluvias registradas durante este invierno.

Si estas precipitaciones se producen y no se dan situaciones climatológicas adversas, la producción será “normal” en relación a los valores medios, a tenor de la superficie sembrada, manifestó.

El pasado año, la producción se vio perjudicada por las condiciones meteorológicas, pues el cereal no recibió el agua deseada en el momento en que el cultivo lo precisaba.

De momento, el desarrollo de la siembra es “positivo” pues no ha hecho excesivo frío durante el invierno, donde sí se han producido precipitaciones, pero “son necesarias que éstas continúen ahora”, incidió García Blanco.

El cereal de secano extremeño se circunscribe principalmente en la comarca pacense de la Campiña Sur y en distintas zonas de la llanura de Cáceres.

Por otra parte, los precios han repuntado ligeramente en este ámbito, principalmente en el caso de la cebada.

Angel García Blanco transmitió la necesidad de que los precios empiecen a repuntar en la agricultura, debido al estancamiento de estos durante los últimos años frente a los incrementos de los costes de producción.

En ese sentido, los agricultores extremeños y españoles han realizado ya distintas protestas debido a la situación de los ruinosos precios en el campo.