Ganadería - Vacuno


La caída del consumo de ovino y vacuno aboca al sector a la congelación


Zaragoza - 2020-04-02 13:29:33
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Archivado en: Crisis Coronavirus


La caída del consumo de cordero y vacuno, fundamentalmente por el cierre de los negocios de hostelería y restauración, ha sumido a los ganaderos en una nueva incertidumbre y solo les queda recurrir a la congelación, para lo que necesitan ayudas de la UE, o a continuar con el engorde en las explotaciones, con el consiguiente incremento del coste en un momento de bajada de precios.

Según los datos del “Análisis de consumo en el hogar”, hechos públicos por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación el martes, en la semana del 16 al 24 de marzo se produjo un descenso en el consumo de carne de vacuno del 18 % en relación con la semana anterior y del 12 % en el caso del ovino, producto que además ya presentaba una caída del 25 % en relación con la misma semana de 2019.

Esa semana ha coincidido con la primera del confinamiento derivado del estado de alarma decretado por el gobierno de España para frenar la expansión de la COVID-19 y que ha implicado el cierre de todos los sectores no considerados esenciales, entre ellos el canal HORECA, principal destino del cordero lechal y de la vaca, como coinciden en explicar a Efe el director general del Grupo Pastores, Ángel Tarancón, y el responsable del sector de vacuno en Cooperativas Agroalimentarias, José Manuel Macarulla.

La primera repercusión de la caída del consumo se ha visto reflejada en los precios, de lo que ya alertaba esta semana la Unión de Pequeños Agricultores de Aragón (UPA), al detectar caídas que han pasado de 80 euros a menos de 50 por cordero de 25 kilos, lo que llevó la semana pasada a las lonjas a suspender la cotización de esta carne.

Una opinión que confirma Tarancón, quien no obstante ha explicado que desde su cooperativa, que agrupa a 800 ganaderos, están tratando de recoger toda la carne y mantener los precios.

El problema es que el cordero es un producto "más festivo", es decir, que se consume en ocasiones especiales, y esta es una época en la que empezaban los bautizos o las bodas, y al suspenderse la actividad de la hostelería "va a tener una salida complicada", porque además los cebaderos ya estaban llenos y también las exportaciones ya no salen con tanta fluidez.

Para paliar las pérdidas, el sector del ovino ha reclamado al Gobierno medidas como ayudas a la congelación, a la retirada del producto, anticipos de la PAC para dejar las corderas para vida, evitar barreras que frenen la exportación y, una vez que se salga de la crisis sanitaria, un impulso a la promoción.

De manera similar se pronuncia el sector del vacuno, que ha experimentado pérdidas de hasta 100 euros por animal en vivo. Según Macarulla, en Aragón el precio de venta ha bajado 12 céntimos de euro por kilo y hasta 16 en la lonja de Lérida, lo que califica de "barbaridad".

El cierre de la hostelería y de cadenas de comida rápida ha supuesto incluso el cierre de algunos mataderos que trabajan en exclusiva para este sector, asegura Macarulla, quien incide asimismo en la paralización de la exportación, sobre todo hacia Asia, principales consumidores de casquería o destino de la piel.

El responsable del sector de vacuno en Cooperativas Agroalimentarias augura unas perspectivas complejas porque no cree que se produzca una recuperación antes de agosto, de hecho, recuerda que están suspendidas todas las ferias y duda de que se puedan celebrar los Sanfermines o incluso San Lorenzo en Huesca (el 10 de agosto).

Por ello, también reclaman a la UE autorización para el almacenamiento privado o ayudas para mantener más tiempo a los animales en las explotaciones, que tienen un coste de entre 1,2 y 1,3 euros por día y animal en el caso de la vaca y más elevado en el ternero, y que se controle además que si el precio de la carne baja en origen también lo haga en los comercios.

No obstante, Macarulla reconoce que el sector, tras la crisis de las vacas locas y la de 2008, ha aprendido "a actuar en consecuencia".

La cadena alimentaria es un sector complejo y cuando se "rompe" un eslabón altera el funcionamiento de todo, es lo que también ha denunciado a Efe el presidente de Asaja Aragón, Ángel Sámper, quien ha reprochado la postura adoptada en algunas Comunidades Autónomas al cerrar negocios vinculados al ganadero, como el peletero, o la "falta de comunicación" por parte del Gobierno, que ha adoptado decisiones "con nocturnidad y alevosía" que ahora requieren de medidas para evitar el "estrangulamiento" de este sector. 

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