Ferias,
Mercados y Mataderos

La subida de precios experimentada durante el primer semestre del año en el caso de múltiples segmentos del campo extremeño ha supuesto un alivio para los agricultores de la región tras los difíciles momentos vividos en este sentido en los últimos años.

El presidente de Asaja Extremadura, Angel García Blanco, ha manifestado que son múltiples los cultivos que experimentan valores al alza, cotizaciones que aunque aún mejorables, sí permiten afrontar una situación mejor respecto a los momentos más difíciles.

Dentro de estos aumentos destacan los cereales, los cuales han pasado de los 145 euros/tonelada del año pasado a los 230 euros/tonelada de la actualidad en el caso de la cebada y el trigo, mientras que el maíz “se ha disparado” hasta los 260 euros.

Por su parte, las granizadas acontecidas en las zonas productoras de fruta del norte de España como Lleida, Zaragoza o Huesca han hecho que repunten las cotizaciones en este cultivo en torno a un 20 por ciento.

El vino y el aceite también experimentan valores al alza, en este último caso con subidas de hasta un 40 por ciento en relación al ejercicio pasado.

Si en el caso de la fruta extremeña ha beneficiado también el final de las restricciones impuestas el año pasado a la ciruela por parte de Brasil, el vino y el aceite respiran aliviados tras el acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Estados Unidos (EEUU) por el cual se suprimen los aranceles impuestos durante el mandato del ex presidente norteamericano Donald Trump.

En el caso de la ganadería destacan los precios, en niveles “aceptables”, del cordero gracias al aumento del consumo en los países árabes.

Dentro de esta tendencia de precios al alza en el ámbito agroganadero una de las excepciones se encuentra en el caso de los jamones ibéricos, debido a que su precio ha bajado de forma importante por el “atasco” generado como consecuencia de la inexistencia de fiestas, ferias, bodas u otros eventos por las restricciones marcadas por la pandemia de la covid.

En definitiva, la tónica de precios al alza supone un alivio para los agricultores, una recuperación que es “fundamental” y que “debe seguir en esta línea”, después de los duros momentos vividos justo antes de la pandemia, los cuales llevaron al campo extremeño a lanzar un SOS a través de diversas jornadas de reivindicaciones.