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Juventud y formación para un campo más productivo y atractivo para trabajar


Madrid - 2021-11-07 13:11:24
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La juventud y su formación en áreas como la ingeniería agronómica o la aviación se están poniendo, cada vez más, al servicio del sector agrario para aumentar su eficacia, su productividad y hacerlo más atractivo a personas que dudan sobre si el campo puede reportarles una solución de vida laboral.

Algunos de los proyectos galardonados recientemente por el Programa Puebla de Corteva Agriscience y la Alianza para una Agricultura Sostenible (ALAS) reflejan cómo la tecnología y la juventud pueden dar un nuevo impulso al campo del futuro.

Puebla nació con el objetivo de frenar el abandono de la actividad agrícola en el medio rural a través del apoyo a ideas empresariales impulsadas por jóvenes españoles.

Uno de ellos ha sido el que gestionan Miguel Ángel López (38 años) y Rubén Morán (34 años), dos pilotos del Ejército del Aire que pusieron en funcionamiento “Baltor”, una iniciativa para mejorar los tratamientos agrícolas existentes hasta ahora a través del uso de drones, señala Rubén a Efeagro.

Como socios fundadores y asesores vuelcan el conocimiento en aviación que tienen para que “Baltor” sirva de acicate para “facilitar el relevo generacional” del campo “a través de la tecnología”.

En concreto, la empresa que han creado cuenta con dos equipos, cada uno compuesto de piloto y asistente, que tienen su base en Santa María de la Isla (León) y Riolobos (Cáceres).

Rubén explica que “Baltor” se basa en el uso de drones no tripulados que aplican a las cosechas los productos necesarios para su progreso.

Normalmente se utilizan para esparcir bioestimulantes, productos biológicos o fertilizantes aunque también sirven para aplicar fitosanitarios si se cuenta con la autorización administrativa correspondiente.

La ventaja frente al tractor es que el dron puede acceder sin problema a todas las zonas del cultivo; y frente a las avionetas de fumigación es que el dron tiene una mayor precisión en la aplicación al operar a velocidades más bajas (15 km/hora frente a los 160-180 km/hora de una avioneta).

Esas mayores precisiones permiten a su vez usar menos volumen de producto, que puede llegar a un “20-30 % menos” según ensayos realizados en Latinoamérica.

Eso sí, Rubén incide en que no son sistemas “antagonistas” ya que se “complementan” en función de la tarea a desarrollar.

“Baltor” ofrece sus servicios desde el primer trimestre de este año y por el momento está teniendo “mucha demanda” porque cuando el agricultor ve los resultados “ya tienes a ese cliente garantizado”.

Carolina Ramos (34 años) también ha sido reconocida por el programa Puebla gracias a su empeño en poner sus conocimientos en ingeniería agronómica para impulsar la innovación en la explotación familiar.

Según cuenta a Efeagro, decidió gestionar junto a su padre el campo de cereales que tienen en Lerma (Burgos) pero quiso comprobar que las semillas de trigo y cebada que usaba su progenitor eran las más productivas en función de los usos agrícolas de la zona o la climatología.

Para ello, montó un campo de ensayo de seis hectáreas antes de la llegada de la pandemia y comenzó a hacer sus pesajes con los factores de corrección oportunos para saber el volumen de producción en cada variedad de semilla.

Por el momento sigue analizándolo y, de hecho, ve necesario hacer un estudio de cinco años para obtener datos concluyentes.

Las primeras conclusiones, eso sí, apuntan a que las variedades usadas por su padre estarían entre las más productivas: “Las cosas se hacen así por algo o por un fundamento aunque no esté documentado” pero “hay que buscar la razón con datos” contrastados, incide.

Su intención es que ese conocimiento se divulgue a todos los productores interesados y por eso ya ha editado un primer dossier con los resultados de 2020.

Carolina también ha hecho uso del dron para grabar, a vista de pájaro, la evolución de la cosecha.

Esto permite detectar “muy bien” una plaga “incipiente”, como la roya, además de hacer un tratamiento precoz de la misma.

“A vista de pájaro se ve mejor que a pie de campo” y es un material audiovisual que aporta otra forma de divulgar información a los agricultores interesados, según señala.

Un futuro, el del sector agrario, que queda encomendado a la capacidad de aplicar esas nuevas tecnologías a los trabajos del campo y hacerlo más sostenible, rentable y atractivo.

 

Juan Javier Ríos